Considero que es importante compartir con ustedes un poco más de lo que he podido aprender leyendo sobre sexualidad, y como comunicador creo que es importante el tener en cuenta como nos comunicamos respecto a la sexualidad, no me refiero al acto de tener relaciones, sino, como usamos el lenguaje para hablar de sexualidad y sus varios campos.
No se si me equivoco pero creo que muchas de las personas aun se sienten avergonzadas de hablar de la intimidad sexual, de comentar a su pareja, si es el caso, sobre las preferencias sexuales personales o alguna incomodidad producida por factores sexuales. Por ejemplo cuando nuestros padres no sabían que decirnos ante alguna pregunta sobre sexualidad, si es que las llegábamos a hacer. Hasta la fecha es muy común ver que las personas se sienten avergonzadas al hablar de sexo en forma seria y educativa. Lógicamente hay quienes hablan de sexo con tranquilidad pero no con el objeto de educarse sino de contar una anécdota o hacer bromas. El problema esta en el tono negativo, en que muchas veces, se le ha dado, el hablar de sexualidad. El ejemplo más claro es cuando los padres prefieren evitar que los niños les pregunten sobre el sexo, desde pequeños ya nos trasmiten la idea de que el sexo es un pecado, o solamente concierne hablar de eso cuando ya estamos en una edad madura. La verdad es que así como el lenguaje es innato en nosotros, los cambios en nuestro cuerpo también lo son y debemos siempre estar pendientes de cómo estamos comunicándonos con los demás sobre temas de sexualidad, parecería insignificante pero si conversáramos de mejor manera los temas de sexualidad se evitarían varios caso de embarazos a temprana edad, abusos sexuales, trastornos sexuales; a la vez se lograría madurez en la personalidad, seguridad personal y se disfrutaría mejor la intimidad entre parejas.
No se si me equivoco pero creo que muchas de las personas aun se sienten avergonzadas de hablar de la intimidad sexual, de comentar a su pareja, si es el caso, sobre las preferencias sexuales personales o alguna incomodidad producida por factores sexuales. Por ejemplo cuando nuestros padres no sabían que decirnos ante alguna pregunta sobre sexualidad, si es que las llegábamos a hacer. Hasta la fecha es muy común ver que las personas se sienten avergonzadas al hablar de sexo en forma seria y educativa. Lógicamente hay quienes hablan de sexo con tranquilidad pero no con el objeto de educarse sino de contar una anécdota o hacer bromas. El problema esta en el tono negativo, en que muchas veces, se le ha dado, el hablar de sexualidad. El ejemplo más claro es cuando los padres prefieren evitar que los niños les pregunten sobre el sexo, desde pequeños ya nos trasmiten la idea de que el sexo es un pecado, o solamente concierne hablar de eso cuando ya estamos en una edad madura. La verdad es que así como el lenguaje es innato en nosotros, los cambios en nuestro cuerpo también lo son y debemos siempre estar pendientes de cómo estamos comunicándonos con los demás sobre temas de sexualidad, parecería insignificante pero si conversáramos de mejor manera los temas de sexualidad se evitarían varios caso de embarazos a temprana edad, abusos sexuales, trastornos sexuales; a la vez se lograría madurez en la personalidad, seguridad personal y se disfrutaría mejor la intimidad entre parejas.
1 comentario:
Es importante que sea comunicado e informado ala comunidad adolescente sobre este tema tan importante y delicado.
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